lunes, 16 de julio de 2012

La sustancia de la economía de Costa Rica

El paradigma de una Costa Rica desarrollada se basa en la idea de atraer inversión extranjera, dar concesiones a la empresa privada para el desarrollo de la infraestructura pública, firmar tratados de libre comercio y educar a la población para que capitalice estas oportunidades. ¿Es un enfoque adecuado? Sí. ¿Es esto suficiente para lograr el salto a la Costa Rica desarrollada? No. La premisa que debemos sostener es que no podremos ganar la lucha contra la pobreza y alcanzar el imaginario del desarrollo costarricense si seguimos apostando por herramientas de desarrollo potencialmente volátiles. Esto porque en tanto Costa Rica no logre mantener costos competitivos y estándares de calidad y eficiencia aceptables, el costo de oportunidad de las compañías transnacionales responderá a su natural interés de buscar lugares más rentables. La orientación sugerida para diversificar el desarrollo nacional debería ser hacia fortalecer la empresa nacional. De esta forma complementaria generaríamos una fuente fresca de recursos y Costa Rica estaría menos expuesta al costo de oportunidad de las empresas extranjeras. No obstante, el país se ha enredado en sus propios mecates. Actualmente ocupamos el lugar 121 de 183 naciones como país que facilita los negocios, según el ranking de Doing Business del Banco Mundial. En comparación con las otras naciones latinoamericanas, ocupamos el bajo puesto 25 de 31. Precisamente la evaluación señala serias deficiencias en trámites para abrir un negocio, obtención de crédito y protección al inversionista. En otras palabras, el sistema costarricense no le facilita la vida a propios y extranjeros. Entonces, ¿por dónde comenzar? Primeramente se debe redefinir el marco legal para que los negocios operen. Esto es: menos trámites, digitalización de servicios, y garantías de protección al inversionista, por ejemplo. Seguidamente habrá que dotar a las empresas nacionales de buenas fuentes crediticias. Paralelamente, Costa Rica debe solidificar su enfoque en generar empresas nacionales de servicios y tecnología. Establecer este tipo de negocios es relativamente bajo, existe mano de obra con talento, y tendría el potencial del alcance internacional por la estructura existente de nuestros tratados de libre comercio. Además, en estas áreas tenemos mayor probabilidad de éxito para desarrollar nuestras ventajas competitivas como lo son la calidad y el valor agregado. Es imperativo que Costa Rica evite meterse en el juego de producir en grandes volúmenes y manufactura o producción agrícola sin valor agregado, puesto que en esto China e India son más baratos y con mayor capacidad de producción. Complementariamente, el gobierno debe proveer la infraestructura que el país urge, facilitar incentivos fiscales a las empresas nacionales nacientes y sobre todo, que detenga esa obsesión por hacer crecer el aparato estatal. De mantenerse el statu quo de la economía costarricense continuaremos siendo catalogados de una forma relativamente decente. Pero sin nuevas fuentes de riqueza, no será posible dar el salto al desarrollo. La tarea de fondo está en desarrollar y apoyar nuestra propia industria para obtener una economía más vigorosa y diversificada.

Publicado en:
http://www.larepublica.net/app/cms/www/index.php?pk_articulo=5328291
http://www.elfinancierocr.com/opinion/sustancia-economia_0_140985937.html

viernes, 16 de diciembre de 2011

Lo que no se discute en el Plan Fiscal

En las últimas semanas se ha acalorado la discusión del Plan Fiscal sobre una óptica aislada de la aplicación de impuestos y como estos pretenden sanar el déficit del gobierno. No es para menos, el país se enfrenta a un problema financiero en principio simple: Costa Rica gasta más de lo que percibe. Sin duda alguna, las finanzas públicas encontrarían un alivio temporal al aumentar la carga impositiva como este paquete tributario pretende. No obstante, la actual intención de obtener más dinero para cubrir el gasto no trata los problemas estructurales de las finanzas públicas.
¿Cual es el problema de fondo que debería atender el plan fiscal? Las finanzas nacionales encontrarán paz cuando se atiendan tres aspectos: la eficiencia del gasto público, la evasión fiscal, y la concepción del Estado como servidor del sector privado y no como un fin en si mismo.
El gobierno debe de aumentar el control de sus egresos. El gasto en burocracia aumentó un 20% durante la administración pasada. Tenemos el nivel más alto de déficit en América Latina (5.2% del PIB). La Comisión Económica para América Latina de las Naciones Unidas (CEPAL), pronostica un déficit del 5.5% del PIB para el 2012. Y en octubre pasado, según se discutió en el seno de la Asamblea Legislativa ante la aprobación del presupuesto 2012, se hallaron casos de gastos superfluos como los 100 millones más de colones presupuestados en alimento para caballos de la Fuerza Pública sin que el número de animales aumentara proporcionalmente, o los 29 mil millones de colones destinados para consultorías.
La Controlaría General de la República publicó durante noviembre pasado un comunicado que refleja la evasión fiscal (informe No. DFOE-SAF-IF-06-2011). Este documento recalca la evasión del impuesto de la renta que alcanza un 19% de recaudación de los potenciales 78 000 millones de colones que se supone deberían ingresar. Además, un 63% de aquellos que reportan, declararon un impuesto de cero colones para el periodo 2010. Otros estudios de la Contraloría señalan una evasión del 30% en el impuesto de ventas. No es de sorprender que la Contraloría manifieste a la Dirección General de Tributación que debe de mejorar la gestión de cobro y sanciones tributarias.
Complementario a lo anterior, el gobierno debe de comprender su misión como facilitador del desarrollo de su población y no como un fin en si mismo. No obstante, la práctica nacional funciona en sentido opuesto. Síntomas de eso son los casos de extensivos trámites para establecer un negocio, la carencia de políticas claras de desarrollo nacional que acompañen la empresa privada, y ahora, el hecho de pedirle más dinero a los costarricenses para financiar un gasto desmedido. El World Economic Forum, confirma el mediocre desempeño del gobierno en facilitar el desarrollo privado cuando en su reporte de competitividad para el 2011-2012, resalta que nuestro país ocupa el puesto 83 en infraestructura y el 109 en ambiente macroeconómico de una lista de 140 países. Obstaculizar el desarrollo privado es evitar que la población genere riqueza y que por ende se fortalezca la economía. También es comprometer la fuente que genera el dinero de los impuestos.
Por otra parte, la carga impositiva de Costa Rica, según Juan Carlos Hidalgo del Cato Institute, fue equivalente al 23.1% del PIB en el 2008 y del 21.7% para el 2009. En estos mismos años de recesión, los EE.UU. registraron un 26.1% y un 24%. Las proporciones se asemejan y demuestran que los costarricenses no tenemos bajos niveles de impuestos.
Esto nos debe de llevar a concluir que el gobierno de la República no tiene la autoridad moral para pedirle más tributos a los costarricenses ante tanto no demuestre un cambio de actitud en el manejo racional del dinero. De otra forma, alimenta un sistema insostenible y obstruye el desarrollo del sector privado.

Publicado en:
http://wvw.elfinancierocr.com/ef_archivo/2012/enero/15/opinion3000259.html
http://www.larepublica.net/app/cms/www/index.php?pk_articulo=5322493

martes, 30 de noviembre de 2010

La recuperación económica de EE.UU. es sostenible


El mundo financiero permanece lleno de expectativas o incertidumbres según quiera usted definirlo. Una nueva expectativa (¿o incertidumbre?) gira en torno a la sostenibilidad de la recuperación económica de los Estados Unidos. ¿Qué tan certero es que Estados Unidos pueda recuperarse sostenidamente? A continuación evaluaremos algunos puntos que presumen la sostenibilidad de la recuperación económica de Estados Unidos.
Técnicamente ya estamos fuera de la recesión, el National Bureau of Economic Research ha decretado oficialmente la finalización de la recesión en junio de 2009. También, la economía norteamericana vuelve a retomar crecimiento con un incremento positivo en su producto interno bruto real por 5 trimestres consecutivos.
Asimismo Estados Unidos debe ser visto en contexto y esto quiere decir mirar el flujo comercial con sus principales socios. En este caso, en una evaluación de Octubre 2009 a Octubre 2010 y según datos de la US Trade Comission, EE.UU. tiene un incremento del 25.4% en importaciones y un 22.5% en exportaciones. Esto nos dice que Estados Unidos experimenta una fuerza pujante de comercio y que a la vez encuentra contrapartes apropiadas con quien comerciar para continuar la reactivación económica.
Adicionalmente, el gobierno y la Reserva Federal (FED) mantienen paquetes de estímulos fiscales y monetarios que no es de esperarse se retiren hasta tanto se alcance estabilidad completa. En la página web www.recovery.gov se detalla como a setiembre de 2010, el gobierno norteamericano ha vertido en la economía unos USD 251 500 millones generando alrededor de 670 000 nuevos empleos, especialmente en educación, salud, transporte y energía. Adicionalmente, la FED además de mantener la tasa de interés entre un 0% a un 0.25%, ha vertido a la fecha USD1.7 millones de millones en compra de bonos del tesoro y se espera que para junio de 2011 vierta otros USD 600 mil millones más. Esto forma parte de su política conocida como Quantitative Easing que busca verter liquidez en la economía para reactivar el consumo, inversión y empleo. A Octubre pasado, esta medida logra aportar 151 mil nuevos empleos en EE.UU. Claramente, la FED y el gobierno se mantienen atentos a alentar la reactivación económica de manera activa.
Es importante recalcar que además de los esfuerzos realizados, se han hecho avances importantes en establecer regulaciones que acompañe el crecimiento económico de forma que no volvamos a caer en los errores que nos llevaron a la crisis. La aprobación reciente de la ley Dodd-Frank establece restricciones sobre apalancamientos y toma de riesgo excesivos. Básicamente la regulación plantea mecanismos de monitoreo de actividad financiera en la que se le aplicarían regulaciones más severas a aquellas instituciones que asuman más riesgo en sus operaciones.
La recuperación económica puede ser entendida como un vector. La magnitud está dada por la experimentación de la recuperación económica, y el acompañamiento de la FED y el gobierno en el proceso que lleva a los inversionistas a buscar las bolsas accionarias nuevamente. La dirección está dada por las nuevas regulaciones que hacen menos propenso repetir una crisis financiera como la ya experimentada. El vector esta adecuadamente compuesto: ciertamente el Tío Sam camina de nuevo.

Agradecimiento especial a Pablo Campos, Mario Torres, Carolina Fernandez y Carolina Martinez en el proceso de investigación.
Publicado en:
http://www.nacion.com/2010-12-08/Opinion/Foro/Opinion2615275.aspx

martes, 28 de septiembre de 2010

¿Es China sostenible?


La República Popular de China experimenta un crecimiento anual alrededor de un 10% en su economía. Tiene una población de 1.3 billones de habitantes. Se ha convertido en la planta de producción del mundo, desde baratijas hasta alta tecnología. Y según estudios del Deutsche Bank, se espera que a principios de la década del 2020, este país de dominio político comunista, pero de práctica económica occidental, se convierta en la primera potencia económica del mundo.

China sobrepaso durante los últimos meses a Japón como la segunda economía del mundo. Quien es el mayor acreedor de deuda de los Estados Unidos, es serio en sus intenciones de fortalecer su brazo económico.

Ante este escenario hay que plantearse la pregunta: ¿será posible la consolidación económica de China?

Tratemos en primera instancia la distribución de la riqueza. Según el Fondo Monetario Internacional, su PIB per cápita de US$4000 ocupa el puesto 97 del mundo. Muy lejos del monto que ostentan los norteamericanos con US$48000. Un país de contrastes, en que mientras se abren tiendas Cartier y se venden Ferraris en la costa, en las zonas más profundas de China, la pobreza es extrema. China crece con focos desbalanceados de concentración de riqueza. Un ingrediente algo picante para la generación de levantamientos sociales.

Por otra parte, la mano de obra china está experimentando un aumento en el costo, según reportes de Reuters. El Banco Popular de China, recomendó fortalecer el mercado de consumo interno para garantizar la extensión y consolidación de su crecimiento a través del aumento de la capacidad adquisitiva de sus ciudadanos. Su mano de obra barata, uno de los factores de competitividad más claves para atraer inversión extranjera, se vería comprometida.

Además del problema del aumento del costo de mano de obra, el respetado economista chino Fan Gang, reconoció recientemente que China necesita 150 millones de empleos anuales para mantener un crecimiento anual de un 8%. Eso equivale a generar 375 empresas al año del tamaño de empleados que IBM actualmente posee. Costo y volumen parecieran confabularse conjuntamente.

Las exportaciones, otro de los pilares de crecimiento para China, pueden perder su atractivo ante la revaluación del yuan por las presiones internacionales de continuar la tendencia.

Paradójicamente, el sistema comunista chino no parece ser obstrucción. Este régimen comunista se ha preocupado por garantizar una dinámica económica occidentalizada. Su “socialismo de mercado” funciona como controlador de poder y facilitador de una estructura económica capitalista.

China se ha convertido en un gigante insaciable de crecimiento. Un crecimiento desproporcionado, que ilusiona. Un crecimiento que también, tarde o temprano, le costara cuestionamientos serios sobre derechos humanos y regulaciones laborales. Ciertamente, el fenómeno de China podría terminar en ser la historia de en un gigante con pies de barro.

Publicado en:
http://www.nacion.com/2010-10-07/Opinion/Foro/Opinion2547171.aspx
http://www.prensalibre.cr/pl/comentarios/33945-ies-china-sostenible.html

martes, 27 de julio de 2010

El complemento del libre acceso a los mercados


En noviembre de 2001, el Fondo Monetario Internacional (FMI) emitió una publicación que establece el libre acceso a mercados como base del crecimiento económico y contribuyente clave en la disminución de la pobreza. Resulta tan enfático, que afirma que ningún país es capaz de desarrollarse plenamente si mantiene un sistema económico proteccionista y aislado.

Sin embargo, ¿garantiza el libre acceso a mercados el paraíso del desarrollo económico por sí mismo? Para responder esta pregunta hay que entender quienes han utilizado el libre acceso a los mercados, como lo han utilizado y lo más importante: que resultados han obtenido.

Los Ingresos por Inversión Extranjera Directa (IIED), entre otras variables, evidencia el nivel de apertura de una economía. Desde 1980 y hasta el 2008, el banco de estadísticas del FMI destaca que los países desarrollados han tenido un flujo anual promedio de US$393 billones en IIED. No obstante, el resto del mundo reporta un promedio anual de menos de la mitad del valor alcanzado por la contraparte desarrollada (43%). Resulta claro quién capta más ingresos.

Las naciones desarrolladas claramente se enfocan en mantener una inflación controlada, altos niveles de salud, seguridad, educación e infraestructura además de incentivar las empresas locales. Esta combinación de factores los lleva a tener un sistema productivo nacional robusto que es capaz extenderse más allá de sus fronteras y por ende, tomar ventaja del libre acceso a los mercados.

El aplicar una política de libre acceso de mercados a un país en vías de desarrollo sin acompañarla de una política de desarrollo pertinente podría llegar a ser perjudicial. Internamente y bajo el escenario de contar con una balanza comercial negativa e inversión extrajera que compita en condiciones desiguales con las empresas nacionales, podría provocar el desplazamiento de la estructura productiva nacional por grandes conglomerados empresariales. Hacia afuera, una nación sin un sistema productivo basado en empresas consolidadas eficientes, no podrá tomar ventaja de los beneficios de aventurarse en nuevos mercados para aumentar su volumen de ingresos.

Por otra parte, ante la llegada de la inversión extranjera sin una política de desarrollo que acompañe, existiría una pérdida de oportunidad de vincular los procesos productivos con la inversión entrante. Así se garantizaría la transferencia de conocimientos que potenciaría la estructura productiva local. En esta línea, Corea del Sur ha sido exitosa al aplicar desde la década de los 60 la estrategia nacional conocida como la Economía basada en el conocimiento.

Un estudio econométrico hecho por especialistas de Georgia State University y el Central University of Finance and Economics de China, logró identificar que los IIED en los países desarrollados son sensibles a las carga de impuestos, mientras que en los países en vías de desarrollo los IIED resulta sensibles a las políticas gubernamentales y la corrupción. Señala además la IIED es sensible al nivel de infraestructura en ambas categorías de países.

Por tanto, el gobierno debe dar la misma prioridad al libre acceso a mercados en conjunto con una política de desarrollo enfocada a potenciar el perfil competitivo del país. Han entonces de ser vistas como complementos. De todas formas, pelear la batalla del libre acceso a mercados sin armas propias resulta poco conveniente y desventajoso.

Publicado en:
http://wvw.elfinancierocr.com/ef_archivo/2010/septiembre/05/opinion2454603.html

jueves, 20 de mayo de 2010

¿Volar alto?


Evidentemente el transporte aéreo hizo que el mundo cambiara la medición de las largas distancias en términos de tiempo y no de longitud. Nadie discute sobre la necesidad de garantizar flujos eficientes de pasajeros y carga a través de este medio. Lo que se pone en cuestión en el transporte aéreo, y particularmente en las aerolíneas, es la viabilidad financiera del negocio.

Según reportes del Daily Financial, la industria de las aerolíneas registró pérdidas por USD 9.4 billones en el 2009 y se espera que durante el 2010 alcancen pérdidas por USD 2.8 billones.

Este negocio asimismo tiene una paradoja algo difícil de resolver. Cuando la economía esta boyante los precios del petróleo se elevan provocando una alza en los costos operacionales. Por otra parte cuando la economía anda mal, muchos potenciales pasajeros no cuentan con el dinero suficiente para pagar el tiquete. Ambos casos afectan sensiblemente las utilidades.

Resulta entonces natural que en esta industria haya una tendencia de fusiones y adquisiciones con fin de lograr economías de escala y consolidar la participación de los actores en el mercado. Solo en lo que llevamos de este año, en Europa hemos presenciado el caso particular de Iberia y British Airways, a nivel regional la reciente unión entre Avianca y Taca y se desarrolla la consolidación de lo que sería el conglomerado más grande del mundo entre United Airlines y Continental en los Estados Unidos.

Sin embargo, algunos especialistas señalan que en el largo plazo estas fusiones entre los grandes actores del mercado propiciaran prácticas monopólicas que traería consigo la terminación de compañías más pequeñas. Como evidencia reciente de este fenómeno la Air Transportation Association en Estados Unidos ha registrado desde el 2000, un total de 37 aerolíneas que se han declarado en bancarrota y otras 9 que han sido liquidadas. La carencia de competidores propiciaría entonces a un aumento de mala calidad en los servicios y en las tarifas aéreas en caso que un regulador no exista.

A pesar del lúgubre panorama que enfrenta este negocio, la necesidad obligada de las aerolíneas ante la ausencia de alternativas eficientes de transporte en gran escala pareciera ser una de la razones del porque este negocio sigue existiendo. Hasta tanto la tecnología no desarrolle nuevos medios (como trenes super-eficientes), el transporte aéreo no estará seriamente amenazado.

Podría ser que esta industria retome un aire de la mano de aviones de última generación que tengan un consumo eficiente de combustible, como el caso del Boeing 787. Sin embargo, eso no desvincula el problema de la alta dependencia del petróleo. Una mano amiga de parte del gobierno que regule tarifas podría ser también de gran ayuda para mantener pequeñas aerolíneas operando. ¿Que traerá entonces la historia del negocio que inició por nuestra fascinación de imitar el vuelo de las aves? Incierto no lo es por el momento, pero costoso y problemático sin lugar a dudas.

Publicado en:
http://www.nacion.com/2010-05-26/Opinion/Foro/Opinion2384743.aspx
http://www.prensalibre.cr/pl/comentarios/25685-ivolar-alto.html
http://wvw.elfinancierocr.com/ef_archivo/2010/julio/11/opinion2374722.html

domingo, 7 de marzo de 2010

Lo que el viento nos dejó… ¡Al menos en los mercados financieros!


Ahora que los mercados financieros mundiales se encuentran en proceso de recuperación (y según se ve sostenida), surge el debate sobre lo que se debe hacer para evitar una hecatombe similar. Hace meses atrás grandes firmas del mundo de las finanzas como RBS o AIG, estuvieron al borde del colapso de no ser por la intervención estatal. Al final de cuentas fue salvar a entes que se expusieron a riesgos excesivos innecesarios (una manera algo elegante de llamar así a la codicia).

¿Cómo hacer que los mercados financieros sigan operando y al mismo tiempo establecer las reglas del juego para evitar otro desastre? Durante finales del pasado enero, el presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, anunció públicamente su intención de aprobar una ley para regular los mercados financieros conocido como Volcker Rule (La norma de Volcker). Obtiene su nombre por quien precisamente la inspira y quien fuera presidente de la Reserval Federal de EE.UU. desde 1979 a 1987, Paul Volcker. Básicamente, la nueva regulación se fundamente en un principio simple pero radical para las actuales prácticas bancarias, prohibir que los bancos tengan practicas conjuntas de banca de inversión y de banca orientada al consumidor (cc. retail banking). ¿La razón? Los bancos encontraron muy conveniente asumir posiciones especulativas de alto riesgo apalancados en los dineros de sus clientes.

El anuncio de esta regulación trajo consigo que las acciones de muchos bancos cayeran debido a que las nuevas normas restringirían el flujo de liquidez. Además la información que se proporcionó fue poco detallada, lo que generó incertidumbre en el mercado.

Creo existe un consenso en todos los ámbitos luego de esta crisis: nadie quiere que vuelva a ocurrir una crisis financiera similar. Para vislumbrar una regulación que permita mantener la liquidez de mercado, la seguridad del consumidor y la posibilidad de potenciar negocios, creo es conveniente entender que nos llevó a este problema.

Varios especialistas, entre ellos Volcker, han señalado que la abolición de la regulación Glass-Steagal en 1999, que precisamente marcaba la división entre banca retail y banca de inversión, fue lo que propició todo este debacle financiero. Los intentos entonces de volver a regular los mercados financieros buscan sustentarse en el espíritu de ésta, ahora extinta, norma.

Asimismo, es importante entender que la mano invisible de Adam Smith y las principios de Milton Friedman no parecen tener más cabida, puesto que se ha demostrado que los mercados no se auto regulan. Por el contrario, parece que la regulación fue lo que mantuvo los mercados financieros relativamente sanos, y fue la intervención estatal la que salvó la economía. George Soros, magnate y gurú de las inversiones, señalaba precisamente que la academia estaba en deber de remodelar la teoría económica, puesto que los actuales parámetros han fallado.

No se puede ser tan ingenuo de pensar que las mismas prácticas bancarias de antes reconsiderarán sus acciones, cuando su orientación es únicamente maximizar ganancias. A mi parecer, la regulación debe existir pero orientada a la limitación de la excesiva toma de riesgos financieros y a la creación de productos financieros tóxicos como los Credit Default Swaps de hipotecas sub-prime. Separar la banca de inversión de la banca convencional puede traer problemas de apalancamiento porque los bancos de inversión no tendrían los fondos suficientes para nutrir de liquidez al mercado y así dinamizar la economía a través de capitales de riesgo y fondos de inversión. Asimismo, creo en la idea de dar un tope a los bonos de los banqueros. Así será menos probable que la codicia vuelva a ocupar el lugar de la lucidez de las mentes brillantes que manejan los grandes bancos.

Existe también otro punto que debe de considerarse a fin de que la acciones que se ejecuten den buenos frutos. Luego de esta catástrofe, quedó demostrado que los mercados financieros son muy interdependientes y fácilmente afectados entre sí. Por tanto, al tener una connotación global, las acciones pertinentes deben de ser globales de igual manera. Sea cual sea el resultado final de la regulación, las mismas deben de estar calibradas al menos por los principales actores de las finanzas mundiales y a ellos me refiero con EE.UU., el Reino Unido, Europa y Japón. De otra forma, la restricción de un mercado y la continuación de antiguas prácticas en otros llevarían a flujos de capital especulativos que terminarían dañando a quien se auto reguló primero.

Quien no recuerda su pasado está condenado a repetirlo en su futuro. La regulación e intervención estatal es claro que juega un papel más importante que antes. La historia parece darle la razón a Keynes. Es por tanto necesario que el mundo se dé cuenta que se ha vuelto un lugar más integrado y frágil que requiere nuevas medidas a fin de garantizar un progreso económico sostenible.

Publicado en:
http://www.larepublica.net/app/cms/cms_periodico_showpdf.php?id_menu=50&pk_articulo=34286&codigo_locale=es-CR
http://www.prensalibre.cr/pl/comentarios/21062-lo-que-el-viento-nos-dejo-ial-menos-en-los-mercados-financieros.html