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domingo, 7 de marzo de 2010

Lo que el viento nos dejó… ¡Al menos en los mercados financieros!


Ahora que los mercados financieros mundiales se encuentran en proceso de recuperación (y según se ve sostenida), surge el debate sobre lo que se debe hacer para evitar una hecatombe similar. Hace meses atrás grandes firmas del mundo de las finanzas como RBS o AIG, estuvieron al borde del colapso de no ser por la intervención estatal. Al final de cuentas fue salvar a entes que se expusieron a riesgos excesivos innecesarios (una manera algo elegante de llamar así a la codicia).

¿Cómo hacer que los mercados financieros sigan operando y al mismo tiempo establecer las reglas del juego para evitar otro desastre? Durante finales del pasado enero, el presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, anunció públicamente su intención de aprobar una ley para regular los mercados financieros conocido como Volcker Rule (La norma de Volcker). Obtiene su nombre por quien precisamente la inspira y quien fuera presidente de la Reserval Federal de EE.UU. desde 1979 a 1987, Paul Volcker. Básicamente, la nueva regulación se fundamente en un principio simple pero radical para las actuales prácticas bancarias, prohibir que los bancos tengan practicas conjuntas de banca de inversión y de banca orientada al consumidor (cc. retail banking). ¿La razón? Los bancos encontraron muy conveniente asumir posiciones especulativas de alto riesgo apalancados en los dineros de sus clientes.

El anuncio de esta regulación trajo consigo que las acciones de muchos bancos cayeran debido a que las nuevas normas restringirían el flujo de liquidez. Además la información que se proporcionó fue poco detallada, lo que generó incertidumbre en el mercado.

Creo existe un consenso en todos los ámbitos luego de esta crisis: nadie quiere que vuelva a ocurrir una crisis financiera similar. Para vislumbrar una regulación que permita mantener la liquidez de mercado, la seguridad del consumidor y la posibilidad de potenciar negocios, creo es conveniente entender que nos llevó a este problema.

Varios especialistas, entre ellos Volcker, han señalado que la abolición de la regulación Glass-Steagal en 1999, que precisamente marcaba la división entre banca retail y banca de inversión, fue lo que propició todo este debacle financiero. Los intentos entonces de volver a regular los mercados financieros buscan sustentarse en el espíritu de ésta, ahora extinta, norma.

Asimismo, es importante entender que la mano invisible de Adam Smith y las principios de Milton Friedman no parecen tener más cabida, puesto que se ha demostrado que los mercados no se auto regulan. Por el contrario, parece que la regulación fue lo que mantuvo los mercados financieros relativamente sanos, y fue la intervención estatal la que salvó la economía. George Soros, magnate y gurú de las inversiones, señalaba precisamente que la academia estaba en deber de remodelar la teoría económica, puesto que los actuales parámetros han fallado.

No se puede ser tan ingenuo de pensar que las mismas prácticas bancarias de antes reconsiderarán sus acciones, cuando su orientación es únicamente maximizar ganancias. A mi parecer, la regulación debe existir pero orientada a la limitación de la excesiva toma de riesgos financieros y a la creación de productos financieros tóxicos como los Credit Default Swaps de hipotecas sub-prime. Separar la banca de inversión de la banca convencional puede traer problemas de apalancamiento porque los bancos de inversión no tendrían los fondos suficientes para nutrir de liquidez al mercado y así dinamizar la economía a través de capitales de riesgo y fondos de inversión. Asimismo, creo en la idea de dar un tope a los bonos de los banqueros. Así será menos probable que la codicia vuelva a ocupar el lugar de la lucidez de las mentes brillantes que manejan los grandes bancos.

Existe también otro punto que debe de considerarse a fin de que la acciones que se ejecuten den buenos frutos. Luego de esta catástrofe, quedó demostrado que los mercados financieros son muy interdependientes y fácilmente afectados entre sí. Por tanto, al tener una connotación global, las acciones pertinentes deben de ser globales de igual manera. Sea cual sea el resultado final de la regulación, las mismas deben de estar calibradas al menos por los principales actores de las finanzas mundiales y a ellos me refiero con EE.UU., el Reino Unido, Europa y Japón. De otra forma, la restricción de un mercado y la continuación de antiguas prácticas en otros llevarían a flujos de capital especulativos que terminarían dañando a quien se auto reguló primero.

Quien no recuerda su pasado está condenado a repetirlo en su futuro. La regulación e intervención estatal es claro que juega un papel más importante que antes. La historia parece darle la razón a Keynes. Es por tanto necesario que el mundo se dé cuenta que se ha vuelto un lugar más integrado y frágil que requiere nuevas medidas a fin de garantizar un progreso económico sostenible.

Publicado en:
http://www.larepublica.net/app/cms/cms_periodico_showpdf.php?id_menu=50&pk_articulo=34286&codigo_locale=es-CR
http://www.prensalibre.cr/pl/comentarios/21062-lo-que-el-viento-nos-dejo-ial-menos-en-los-mercados-financieros.html

domingo, 21 de febrero de 2010

La oportunidad del euro


La elevada deuda nacional que algunos países en la zona del euro han contraído expone sus bonos a una fuerte degradación en su ranking de riesgo y peor aún, a que no puedan cumplir con el pago de los mismos (riesgo de ‘default’). Este caso aplica particularmente al caso de Portugal, Italia, Irlanda, Grecia y España. Los ‘PIIGS’ por su acrónimo en inglés (un acrónimo que en lo particular considero despectivo y de poco gusto)

El European Central Bank (ECB) mantuvo sus reservas sobre intervenir en la economía de estos países y solventar su problema. Su argumento se fundamentaba en que la misión del ECB es controlar la inflación en la zona del euro y que las finanzas de cada país es de competencia soberana de cada nación. Por tanto, el ECB no rescataría a nadie. Evidentemente, imprimir dinero para pagar deuda significa un aumento en la inflación que el señor Trichet no desea. Las opciones para neutralizar el problema son limitadas entonces: recortar el gasto nacional, aumentar impuestos o ambos.

Es aquí donde a mi criterio surge la oportunidad. El contexto mundial señala que en el mediano plazo, Estados Unidos tendrá un grave problema de recuperar la fortaleza de su mercado interno por problemas de desempleo y tasas de consumo que fueron afectadas por la reciente crisis. La deuda interna de USD$1.7 trillones hace ver difícil la administración de una potencia que ve disminuir su poder. Por otra parte, China presenta actualmente un acelerado crecimiento en su PIB. Esto los expone al fenómeno de las ‘burbujas’. Como la del ‘dotcom’ o la burbuja inmobiliaria que metió en problemas al mundo recientemente. Según pronostican, esta re-aceleración no podrá sostenerse más allá de la segunda mitad del 2010 y luego de eso, los indeseables resultados cuando una ‘burbuja’ explota.

Europa por su parte tiene una economía más saludable que sus similares, y un banco central con la independencia suficiente de garantizar el control de la inflación en el área. Estas condiciones entre otras, hacen que el euro gane más valor con respecto a los dólares norteamericanos o al renminbi. Este es un factor fundamental en la atracción de liquidez. Por tanto, estos grandes flujos de inversión fortalecerían los mercadores financieros europeos y por ende robustece su economía.

Sin embargo, para lograr esto el ECB debe de generar los mecanismos para asistir monetariamente a países que expongan el valor comparativo del euro. De otra manera, el tipo de cambio del euro con respecto a otras divisas cae y la oportunidad de atraer otras inversiones consigo. El caso reciente de los 'PIIGS' lo evidencia claramente. Un euro a inicios de enero era aproximadamente a 1.50 USD, hoy en día, luego de especulaciones y falta de claridad de cómo solventar el problema de los 'PIIGS', un euro ronda los 1.35USD.

Muchos miembros de la zona del euro han entregado la soberanía de su política monetaria con la esperanza de generar mejores condiciones económicas para sus poblaciones. Debe de haber algún mecanismo que subsane esta carencia. Especialistas han señalado que el problema de los ‘PIIGS’ se solucionaría en parte con la devaluación de su moneda, si aún la mantuviesen, pero ya no es más el caso. Una lección importante cuando hablamos de integración monetaria.

Hace unos días los alemanes anunciaron un plan de rescate para los griegos, el caso más caliente de los ‘PIIGS’. Sin embargo, esto nace como una iniciativa unilateral que no ha sido calibrada con el ECB. Además esta asistencia no considera, al menos aún, la asistencia sobre el resto de las naciones con los mismos problemas. Sin embargo, no ha habido transparencia sobre como solucionaran el problema y los aires especuladores sobre el euro se mantienen.

El sistema del euro es un proceso de aprendizaje continuo. Es pionero y por tanto debe de ponerse atención de las cosas a fortalecer y corregir conformen surjan las experiencias. A mí criterio, el ECB debería de reconsiderar el establecimiento de mecanismos alternativos para asistir a países expongan el valor del euro, sean estos de carácter proactivo o reactivo. Así, el ECB podría no solo fungir como conservador de valor sino potenciador del mismo. Por tanto, Europa sería aún más atractiva a las inversiones por la fortaleza comparativa del euro con respecto a otras divisas, y con un elemento novedoso que permitiría sacar conservar/potenciar su valor.

Publicado en:
http://www.diarioextra.com/2010/marzo/31/opinion04.php
http://www.prensalibre.cr/pl/comentarios/22548-la-oportunidad-del-euro.html

domingo, 5 de julio de 2009

La conveniencia de la regionalización


¿Qué tan atractivo le es el concepto de Centroamérica como región? ¿Cómo uniría una región con una población de 38 millones de personas con una reciente historia marcada por graves heridas de la guerra, corrupción y desastres naturales?
Centroamérica por demás es una zona desigual. Según datos estadísticos de SIECA (2009), la diferencia del PIB per cápita entre Costa Rica y el promedio de la región es de dos a uno; sin mencionar que la diferencia más extrema es de cinco a uno con nuestra vecina Nicaragua. He aquí un reto en el cual una relativa cercanía y una lengua común parecen ser de poca ayuda.
Consolidar a Centroamérica como región va más allá de una armonía institucional-política como pretenden algunos. Es una lamentable visión simplista que obvia los problemas de fondo como la pobreza, narcotráfico y el crimen. Unir a Centroamérica bajo esta pretensión resultaría una perdida valiosa de esfuerzos. No tiene sentido constituir una diplomacia sin vinculación efectiva. Su alcance no irá más allá que seguir sentados en la silla de la pobreza y la desigualdad.
¿Dónde está la ventaja de unirse entonces? La ventaja aún no existe, habrá que construirla. El reto está en consolidar un potencial mercado de 38 millones de personas en un área del tamaño de Suecia. Comerciar con relativa cercanía entre economías similares ha sido uno de los motivos de éxito en Europa. No obstante, esta construcción deberá de darse sobre dos pilares en particular: integración económica e integración cultural. La integración económica no se debe limitar a una armonización aduanera, debe ser visionaria y promover proyectos regionales de infraestructura, comunicación y transporte Nuestras mercancías y negocios deben ser más rápidos y eficientes. Paralelamente, un Estado responsable deberá de invertir en educación, salud y seguridad para garantizarle a la población el acceso a las oportunidades.
Por otra parte las malas percepciones entre naciones podrían privar intentos futuros de asociación. La integración cultural jugará entonces un papel decisivo. La diversidad cultural debe ser un punto de encuentro para generar empatía y buena voluntad hacia con quien vemos una oportunidad de regionalizarnos. Poco haríamos en tratar de construir una región si existen recelos marcados y falta respaldo popular para la integración
Una vez que alcancemos la consolidación en nuestro desarrollo económico podremos actuar más efectivamente como región en temas políticos. Para entonces será tiempo de hablar de políticas sociales regionales, no antes. Como centroamericanos no debemos dejarnos llevar por espejismos diplomáticos de poca relevancia. Priorizar nuestro bienestar económico debe de ser el sentido común. Para entonces, la ventaja de institucionalizarse políticamente como región vendrá una vez que alcancemos el desarrollo económico sostenible conjunto.