domingo, 7 de marzo de 2010

Lo que el viento nos dejó… ¡Al menos en los mercados financieros!


Ahora que los mercados financieros mundiales se encuentran en proceso de recuperación (y según se ve sostenida), surge el debate sobre lo que se debe hacer para evitar una hecatombe similar. Hace meses atrás grandes firmas del mundo de las finanzas como RBS o AIG, estuvieron al borde del colapso de no ser por la intervención estatal. Al final de cuentas fue salvar a entes que se expusieron a riesgos excesivos innecesarios (una manera algo elegante de llamar así a la codicia).

¿Cómo hacer que los mercados financieros sigan operando y al mismo tiempo establecer las reglas del juego para evitar otro desastre? Durante finales del pasado enero, el presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, anunció públicamente su intención de aprobar una ley para regular los mercados financieros conocido como Volcker Rule (La norma de Volcker). Obtiene su nombre por quien precisamente la inspira y quien fuera presidente de la Reserval Federal de EE.UU. desde 1979 a 1987, Paul Volcker. Básicamente, la nueva regulación se fundamente en un principio simple pero radical para las actuales prácticas bancarias, prohibir que los bancos tengan practicas conjuntas de banca de inversión y de banca orientada al consumidor (cc. retail banking). ¿La razón? Los bancos encontraron muy conveniente asumir posiciones especulativas de alto riesgo apalancados en los dineros de sus clientes.

El anuncio de esta regulación trajo consigo que las acciones de muchos bancos cayeran debido a que las nuevas normas restringirían el flujo de liquidez. Además la información que se proporcionó fue poco detallada, lo que generó incertidumbre en el mercado.

Creo existe un consenso en todos los ámbitos luego de esta crisis: nadie quiere que vuelva a ocurrir una crisis financiera similar. Para vislumbrar una regulación que permita mantener la liquidez de mercado, la seguridad del consumidor y la posibilidad de potenciar negocios, creo es conveniente entender que nos llevó a este problema.

Varios especialistas, entre ellos Volcker, han señalado que la abolición de la regulación Glass-Steagal en 1999, que precisamente marcaba la división entre banca retail y banca de inversión, fue lo que propició todo este debacle financiero. Los intentos entonces de volver a regular los mercados financieros buscan sustentarse en el espíritu de ésta, ahora extinta, norma.

Asimismo, es importante entender que la mano invisible de Adam Smith y las principios de Milton Friedman no parecen tener más cabida, puesto que se ha demostrado que los mercados no se auto regulan. Por el contrario, parece que la regulación fue lo que mantuvo los mercados financieros relativamente sanos, y fue la intervención estatal la que salvó la economía. George Soros, magnate y gurú de las inversiones, señalaba precisamente que la academia estaba en deber de remodelar la teoría económica, puesto que los actuales parámetros han fallado.

No se puede ser tan ingenuo de pensar que las mismas prácticas bancarias de antes reconsiderarán sus acciones, cuando su orientación es únicamente maximizar ganancias. A mi parecer, la regulación debe existir pero orientada a la limitación de la excesiva toma de riesgos financieros y a la creación de productos financieros tóxicos como los Credit Default Swaps de hipotecas sub-prime. Separar la banca de inversión de la banca convencional puede traer problemas de apalancamiento porque los bancos de inversión no tendrían los fondos suficientes para nutrir de liquidez al mercado y así dinamizar la economía a través de capitales de riesgo y fondos de inversión. Asimismo, creo en la idea de dar un tope a los bonos de los banqueros. Así será menos probable que la codicia vuelva a ocupar el lugar de la lucidez de las mentes brillantes que manejan los grandes bancos.

Existe también otro punto que debe de considerarse a fin de que la acciones que se ejecuten den buenos frutos. Luego de esta catástrofe, quedó demostrado que los mercados financieros son muy interdependientes y fácilmente afectados entre sí. Por tanto, al tener una connotación global, las acciones pertinentes deben de ser globales de igual manera. Sea cual sea el resultado final de la regulación, las mismas deben de estar calibradas al menos por los principales actores de las finanzas mundiales y a ellos me refiero con EE.UU., el Reino Unido, Europa y Japón. De otra forma, la restricción de un mercado y la continuación de antiguas prácticas en otros llevarían a flujos de capital especulativos que terminarían dañando a quien se auto reguló primero.

Quien no recuerda su pasado está condenado a repetirlo en su futuro. La regulación e intervención estatal es claro que juega un papel más importante que antes. La historia parece darle la razón a Keynes. Es por tanto necesario que el mundo se dé cuenta que se ha vuelto un lugar más integrado y frágil que requiere nuevas medidas a fin de garantizar un progreso económico sostenible.

Publicado en:
http://www.larepublica.net/app/cms/cms_periodico_showpdf.php?id_menu=50&pk_articulo=34286&codigo_locale=es-CR
http://www.prensalibre.cr/pl/comentarios/21062-lo-que-el-viento-nos-dejo-ial-menos-en-los-mercados-financieros.html

domingo, 21 de febrero de 2010

La oportunidad del euro


La elevada deuda nacional que algunos países en la zona del euro han contraído expone sus bonos a una fuerte degradación en su ranking de riesgo y peor aún, a que no puedan cumplir con el pago de los mismos (riesgo de ‘default’). Este caso aplica particularmente al caso de Portugal, Italia, Irlanda, Grecia y España. Los ‘PIIGS’ por su acrónimo en inglés (un acrónimo que en lo particular considero despectivo y de poco gusto)

El European Central Bank (ECB) mantuvo sus reservas sobre intervenir en la economía de estos países y solventar su problema. Su argumento se fundamentaba en que la misión del ECB es controlar la inflación en la zona del euro y que las finanzas de cada país es de competencia soberana de cada nación. Por tanto, el ECB no rescataría a nadie. Evidentemente, imprimir dinero para pagar deuda significa un aumento en la inflación que el señor Trichet no desea. Las opciones para neutralizar el problema son limitadas entonces: recortar el gasto nacional, aumentar impuestos o ambos.

Es aquí donde a mi criterio surge la oportunidad. El contexto mundial señala que en el mediano plazo, Estados Unidos tendrá un grave problema de recuperar la fortaleza de su mercado interno por problemas de desempleo y tasas de consumo que fueron afectadas por la reciente crisis. La deuda interna de USD$1.7 trillones hace ver difícil la administración de una potencia que ve disminuir su poder. Por otra parte, China presenta actualmente un acelerado crecimiento en su PIB. Esto los expone al fenómeno de las ‘burbujas’. Como la del ‘dotcom’ o la burbuja inmobiliaria que metió en problemas al mundo recientemente. Según pronostican, esta re-aceleración no podrá sostenerse más allá de la segunda mitad del 2010 y luego de eso, los indeseables resultados cuando una ‘burbuja’ explota.

Europa por su parte tiene una economía más saludable que sus similares, y un banco central con la independencia suficiente de garantizar el control de la inflación en el área. Estas condiciones entre otras, hacen que el euro gane más valor con respecto a los dólares norteamericanos o al renminbi. Este es un factor fundamental en la atracción de liquidez. Por tanto, estos grandes flujos de inversión fortalecerían los mercadores financieros europeos y por ende robustece su economía.

Sin embargo, para lograr esto el ECB debe de generar los mecanismos para asistir monetariamente a países que expongan el valor comparativo del euro. De otra manera, el tipo de cambio del euro con respecto a otras divisas cae y la oportunidad de atraer otras inversiones consigo. El caso reciente de los 'PIIGS' lo evidencia claramente. Un euro a inicios de enero era aproximadamente a 1.50 USD, hoy en día, luego de especulaciones y falta de claridad de cómo solventar el problema de los 'PIIGS', un euro ronda los 1.35USD.

Muchos miembros de la zona del euro han entregado la soberanía de su política monetaria con la esperanza de generar mejores condiciones económicas para sus poblaciones. Debe de haber algún mecanismo que subsane esta carencia. Especialistas han señalado que el problema de los ‘PIIGS’ se solucionaría en parte con la devaluación de su moneda, si aún la mantuviesen, pero ya no es más el caso. Una lección importante cuando hablamos de integración monetaria.

Hace unos días los alemanes anunciaron un plan de rescate para los griegos, el caso más caliente de los ‘PIIGS’. Sin embargo, esto nace como una iniciativa unilateral que no ha sido calibrada con el ECB. Además esta asistencia no considera, al menos aún, la asistencia sobre el resto de las naciones con los mismos problemas. Sin embargo, no ha habido transparencia sobre como solucionaran el problema y los aires especuladores sobre el euro se mantienen.

El sistema del euro es un proceso de aprendizaje continuo. Es pionero y por tanto debe de ponerse atención de las cosas a fortalecer y corregir conformen surjan las experiencias. A mí criterio, el ECB debería de reconsiderar el establecimiento de mecanismos alternativos para asistir a países expongan el valor del euro, sean estos de carácter proactivo o reactivo. Así, el ECB podría no solo fungir como conservador de valor sino potenciador del mismo. Por tanto, Europa sería aún más atractiva a las inversiones por la fortaleza comparativa del euro con respecto a otras divisas, y con un elemento novedoso que permitiría sacar conservar/potenciar su valor.

Publicado en:
http://www.diarioextra.com/2010/marzo/31/opinion04.php
http://www.prensalibre.cr/pl/comentarios/22548-la-oportunidad-del-euro.html

lunes, 1 de febrero de 2010

¿Dolarizar a Costa Rica?


Como parte del actual debate político nacional, y próximo a resolverse este 7 de febrero, hay ciertas propuestas que dada su trascendencia en el plano económico deben ser reflexionadas con cuidado. Este es el caso de la dolarización. La dolarización es, el simple acto de adoptar una moneda extranjera como sustituto de la moneda local. En este caso la desaparición del colón costarricense por la adaptación del dólar estadounidense como divisa de cambio.

Una idea engañosa al respecto es entender esta adopción del dólar como una forma de equiparar los patrones de consumo en Estados Unidos. La gente pensará: ganamos en dólares, gastamos en dólares, ¿buen negocio, no? Pareciera atractivo si no lo pensamos mucho. Sin embargo, la dolarización tiene un trasfondo más amplio. En los próximos párrafos, explicaré porque la dolarización no es conveniente para el caso de Costa Rica.

Según el respetado economista Frederic Mishkin, la dolarización debe de ser empleada cuando: “existen problemas de falta de transparencia y compromiso para cumplir los objetivos fijados de alcanzar determinado valor en el tipo de cambio, ante otras divisas”. En el caso costarricense las bandas cambiarias han permitido fluctuar el colón con respecto al dólar, y ajustarlas según las demandas del mercado y la necesidad del Banco Central por regular el tipo de cambio. Evidentemente, en Costa Rica no tenemos un problema de falta de transparencia y compromiso al respecto. Hay libre participación en el mercado de divisas y las bandas permiten ser flexibles para adecuarnos a las necesidades cambiarias del momento.

La dolarización conlleva el problema de la falta de control sobre el valor de la divisa que adoptemos. Eso quiere decir que actualmente podemos hacer que un colón valga más o menos dólares. Según convenga. Con la dolarización, perdemos ese control. Un dólar valdrá siempre un dólar y nuestra economía no podrá hacer nada para cambiarlo. El problema de perder ese control hace que nuestros exportadores pierdan la ventaja de consumir localmente en colones (moneda que pierde valor) y vender en dólares (moneda que gana valor). O bien, que nuestros importadores traigan dólares al país y gasten en colones. Se pierde la oportunidad de generar utilidad con el tipo de cambio. Este hecho hace perder atractivo sobre la promoción del comercio nacional.

Otro problema con la dolarización es que perdemos independencia en nuestra política monetaria. Perder este derecho, significa que estamos aún más sujetos a los impactos que sufra el dólar a nivel internacional. También, perderíamos la capacidad por parte del Banco Central, de imprimir dinero y actuar como prestamista de último recurso al sistema bancario nacional y nutrir de liquidez el mercado.

Por otra parte, perdemos la oportunidad de generar bonos del Estado en colones. Muy útiles para nutrir de fondos al gobierno y sostener así los programas de asistencia social, de desarrollo urbano y rural o cualquier otra gestión. En otras palabras, el gobierno pierde la capacidad de generar dinero para funcionar. Entonces, tras de que falta plata, le pretenden quitar al Estado la capacidad de generar dinero por si mismo. Habrá que darle un premio a “la genialidad” a quien propone dolarizarnos.

Como conclusión, fíjese bien donde pone su voto este domingo. Los que se pintan de rojo y blanco no explican bien las cosas y crean falsas expectativas a la población. Dolarizar, en definitiva, no es bueno para Costa Rica. Es mejor entenderse con tucanes y jaguares.

Publicado en:
http://www.larepublica.net/app/cms/cms_periodico_showpdf.php?id_menu=50&pk_articulo=34002&codigo_locale=es-CR

lunes, 28 de diciembre de 2009

Darse algo de ánimo




En Costa Rica damos espacio a la crítica, a los cuestionamientos y a la sospecha. Muchas veces lo negativo llena nuestras cabezas más que aquellos asuntos que, como sociedad, nos dan aliento. Por eso quiero hacer una reflexión de aquellos aspectos por las que, como país, deberíamos sentirnos orgullosos ante el mundo y las pasadas generaciones. Nunca está de más darnos algo de ánimo antes de comenzar un nuevo año.

Como joven costarricense, que tuvo la oportunidad de estudiar economía y finanzas en Inglaterra, permítame compartirle una breve reflexión sobre lo que la sociedad costarricense significa ahora para mí, luego de haber compartido durante algún tiempo con gente de muchas partes el mundo. A mi criterio, Costa Rica tiene una de las sociedades más vanguardistas en el mundo. Mi conclusión final giró en torno a tres ejes que son muy difíciles de armonizar al mismo tiempo: la paz, la protección ambiental y la solidaridad. Y por ello el motivo de este artículo de reconocernos a nosotros mismos como gente especial.

Costa Rica puede sentirse orgullosa de ser una nación pacifista, verde y con un amplio sentido de la solidaridad. Esta combinación de factores no es fruto de la casualidad. Por ejemplo, en Costa Rica abolimos el ejército, resolvemos los problemas sociales hablando y hasta vemos con malos ojos aquellos que hablan de armas. Las fuerzas militares simplemente son exóticas para los costarricenses. Y aún resulta más sorprendente para los extranjeros saber que un país no le teme a que lo invadan porque ha sabido llevarse bien con sus vecinos.

La cuarta parte del territorio nacional es protegido. Alrededor del 5% de la biodiversidad del planeta es conservada en nuestros bosques y contamos con una agresiva política conservacionista. En definitiva, Costa Rica ha demostrado que darle un espacio a la naturaleza es posible.

Asimismo, contamos con un sistema que prioriza las garantías sociales, la educación y la salud para la promoción de oportunidades para los que menos tienen. Esta solidaridad se manifiesta fuertemente en la respuesta de la sociedad civil luego de algún desastre natural. El tico tiene un corazón solidario.

La relevancia de estos factores “a la tica” trasciende aun más si estos principios los elevamos a una escala global. Solamente imaginemos como sería el mundo si Irán fuera menos beligerante, China menos contaminante, o Estados Unidos con un sentido más amplio de cooperación internacional. ¿No sería acaso el mundo un lugar mejor?

Ciertamente, Costa Rica tiene razones para celebrar y considerarse a sí misma exitosa en su intento de ser diferente, para bien, ante el resto de naciones. No por coincidencia la agencia británica New Economics Foundation (NEF) situó a Costa Rica como el país más feliz del mundo durante este año.

Estas virtudes descritas anteriormente también son ventajas competitivas que permitirán el desarrollo del empresario nacional y la atracción de inversión extranjera. Creo que tenemos las condiciones para ser un modelo ejemplar a seguir en el mundo. Visualizo el hecho de caminar la vía que tomó Irlanda o Singapur, pero más verde y enfatizando más un estado social inclusivo y generador de oportunidades para todos. Definitivamente, sería reconfortante escuchar en un tiempo, por parte de otras naciones: “vamos a hacer las cosas como los ticos las hicieron”.

Publicado en:
http://www.diarioextra.com/2009/diciembre/31/opinion04.php
http://wvw.nacion.com/ln_ee/2010/enero/04/opinion2212370.html
http://www.prensalibre.cr/pl/comentarios/16457-darse-algo-de-animo.html
http://www.larepublica.net/app/cms/cms_periodico_showpdf.php?id_menu=50&pk_articulo=32306&codigo_locale=es-CR

domingo, 5 de julio de 2009

La conveniencia de la regionalización


¿Qué tan atractivo le es el concepto de Centroamérica como región? ¿Cómo uniría una región con una población de 38 millones de personas con una reciente historia marcada por graves heridas de la guerra, corrupción y desastres naturales?
Centroamérica por demás es una zona desigual. Según datos estadísticos de SIECA (2009), la diferencia del PIB per cápita entre Costa Rica y el promedio de la región es de dos a uno; sin mencionar que la diferencia más extrema es de cinco a uno con nuestra vecina Nicaragua. He aquí un reto en el cual una relativa cercanía y una lengua común parecen ser de poca ayuda.
Consolidar a Centroamérica como región va más allá de una armonía institucional-política como pretenden algunos. Es una lamentable visión simplista que obvia los problemas de fondo como la pobreza, narcotráfico y el crimen. Unir a Centroamérica bajo esta pretensión resultaría una perdida valiosa de esfuerzos. No tiene sentido constituir una diplomacia sin vinculación efectiva. Su alcance no irá más allá que seguir sentados en la silla de la pobreza y la desigualdad.
¿Dónde está la ventaja de unirse entonces? La ventaja aún no existe, habrá que construirla. El reto está en consolidar un potencial mercado de 38 millones de personas en un área del tamaño de Suecia. Comerciar con relativa cercanía entre economías similares ha sido uno de los motivos de éxito en Europa. No obstante, esta construcción deberá de darse sobre dos pilares en particular: integración económica e integración cultural. La integración económica no se debe limitar a una armonización aduanera, debe ser visionaria y promover proyectos regionales de infraestructura, comunicación y transporte Nuestras mercancías y negocios deben ser más rápidos y eficientes. Paralelamente, un Estado responsable deberá de invertir en educación, salud y seguridad para garantizarle a la población el acceso a las oportunidades.
Por otra parte las malas percepciones entre naciones podrían privar intentos futuros de asociación. La integración cultural jugará entonces un papel decisivo. La diversidad cultural debe ser un punto de encuentro para generar empatía y buena voluntad hacia con quien vemos una oportunidad de regionalizarnos. Poco haríamos en tratar de construir una región si existen recelos marcados y falta respaldo popular para la integración
Una vez que alcancemos la consolidación en nuestro desarrollo económico podremos actuar más efectivamente como región en temas políticos. Para entonces será tiempo de hablar de políticas sociales regionales, no antes. Como centroamericanos no debemos dejarnos llevar por espejismos diplomáticos de poca relevancia. Priorizar nuestro bienestar económico debe de ser el sentido común. Para entonces, la ventaja de institucionalizarse políticamente como región vendrá una vez que alcancemos el desarrollo económico sostenible conjunto.

miércoles, 21 de enero de 2009

¿Pragmatismo o ideologías políticas?

¿Cómo se evalúa un gobierno? ¿Por su coherencia hacia sus principios políticos-ideológicos?, o ¿por los beneficios y aciertos que pueda generar para la ciudadanía? La respuesta en principio parece simple. No obstante, en la realidad algunas veces se confunden los conceptos de lo ideológico con lo correcto, de lo correcto con lo útil y de lo útil con lo práctico.

Un norte ideológico político es básico para conocer el enfoque de gestión de quienes aspiran a gobernar. Se concibe incluso como la base para guiar los esfuerzos hacia alcanzar el progreso.

No obstante, las ideologías políticas resultan en la realidad ser un marco de referencia parecido a un castillo que trata de sobrevivir a los embates del tiempo. Justificándose a sí mismas con rigidez sobre su composición conceptual, y muchas veces crucificando a quienes se atreven a sugerirles cambios. Resulta ser, entonces, el eterno tema de debate y tertulia en los partidos políticos.

Pragmatismo. Sun Tzu (general chino de la antigüedad), escribió en su libro El arte de la guerra: “Por situación quiero decir que debe tomar en consideración la situación del campo, y actuar de acuerdo con lo que le es ventajoso”. Este principio de flexibilidad ha resultado ser base comprobada de estrategias exitosas en gobiernos, empresas, ONG y equipos de fútbol inclusive. El pragmatismo entendido como la no rigurosidad de pensamiento político para una efectiva toma de decisiones, resulta una posición acertada y sensata.

Los más radicales confunden el pragmatismo con la conveniencia ideológica, la incoherencia, y el oportunismo. Hacen juicios de valor ideológicos para deslegitimar acciones concretas, sin medir dichas acciones basadas en sus causas y efectos. Evidente sesgo que a la vez, resulta en un criterio incompleto. Obvian que actuar de la misma manera para distintos problemas, hace perder el sentido básico de pertenencia de la solución. Tal es el caso de gestionar una política económica hacia desregulación total o bien, hacia una completa nacionalización; último caso: la crisis financiera global.

No obstante, el pragmatismo mismo debe de estar orientado y mantener un propósito noble. Esta no-rigurosidad de pensamiento debe fundarse sobre la firmeza de los valores humanos. El pragmatismo, guiado por el respeto, la tolerancia, la solidaridad, la búsqueda del progreso y la conservación ambiental, dirige los esfuerzos de manera más apropiada para fundar una sociedad justa. No podemos obviar que, si bien la gente no come ideas, estas son las que llevan el plato a la mesa. A las decisiones hay que darles alma, pero esa alma debe tener la capacidad de discernir sobre lo que resulta adecuado en el momento.

Publicado en:
http://www.nacion.com/ln_ee/2008/diciembre/02/opinion1796501.html

lunes, 21 de enero de 2008

Calentamiento Global ¿Qué hacer con él? Parte 3 de 3


Las consecuencias del Calentamiento Global que comprendimos durante la pasada entrega muestran claramente las desavenencias y el posible fracaso mundial de una concepción de una humanidad visionaria, solidaria y responsable. La evidencia del frágil pero necesario equilibrio natural de las cosas resulta más que visible, así como nuestra dependencia hacia este.

Ante el problema planteado, y conociendo sus causas y consecuencias, es prudente plantearnos las acciones que deberemos de tomar para mermar los efectos del CG e intentar revertir su acelerado avance.

Diversos estudios científicos coinciden mayormente sobre los tecnicismos que enmarcan el CG. Inclusive comparten ideas sobre que y como hacer para revertir su acelerado avance. En este caso la aritmética y la lógica no fallan ante lo que exige el CG. Sumamos calor y entonces restamos vida; eso lleva a la conclusión que llegará el momento en que la vida que hoy conocemos será insostenible.

La patada de inicio para enfrentar el problema, sea desde la perspectiva que se mencione concuerdan en su raíz que para mermar el CG: “no es una decisión técnica, es una decisión política”.

Si recordamos, transporte, energía e industria son los principales focos de emanación de gases de efecto invernadero. Estos a su vez, están directa e irremediablemente atados al progreso, al desarrollo, al crecimiento económico y al mejoramiento de la calidad de vida. Lo que tratamos entonces, es la forma en que la gente busca hacerse más rica o deja de ser pobre. Cualquiera que sea el enfoque, mantiene su importancia innegable por estar basado sobre las aspiraciones de cada ciudadano a mejorar su calidad de vida.

No obstante, nuestro contexto no puede ser aislado de la realidad y las aspiraciones individuales de cada hombre y de cada mujer. Y es que contemplar el mundo sin considerar el aire que respiramos, el agua que tomamos y la vida del prójimo nos lleva al barranco del aislamiento y una vida imposible sin sociedad.

De ahí, el primer punto para revertir el CG es la creación de una conciencia social sobre la importancia de este fenómeno. Una conciencia que mueva a los pueblos bajo un espíritu de responsabilidad para consigo mismos y para con los que vendrán. Una conciencia que ejerza presión política responsable. Que obligue a tomar decisiones desde las esferas que rigen las naciones. Y que armonice el esfuerzo por la conservación en cada ciudadano.

No obstante, mientras esta conciencia toma su forma, es necesario continuar abriendo otros frentes para detener el CG. Los científicos y economistas en diversos estudios han logrado dilucidar los siguientes puntos para encauzar la contracción del CG:
1. Transición a una economía baja en carbono
2. Establecimiento de una Política del Cambio Climático
Discutamos más en detalle cada una de estas dos grandes ramas:

Transición de una economía basada en carbono
Como ya se conoce, el motor de la economía mundial es el carbono. La maquinaria humana esta fundamentada por el petróleo y sus derivados, una clara dependencia de éstos para dinamizar las economías.

Como tal, su dependencia y consumo son progresivos y la contaminación por la emanación de gases de efecto invernadero aumenta en la misma proporción; con ello las consecuencias del Calentamiento Global.

Ante tal perspectiva, no se pueden asumir posiciones extremistas de pretender que la humanidad corte de raíz su dependencia del petróleo pero tampoco que conserve la inercia de consumo.

Esta transición se refiera al ahorro energético, al aumento de la eficiencia de consumo de carbono y a la generación y utilización de tecnologías limpias.

Para lograr una transición equilibrada y sensata habrá que fijar una meta de una emisión máxima de 450 a 550 ppm de gases de efecto invernadero en el globo. Esto para moderar y cuantificar el consumo de carbono. Este rango esta definido en consideración de un balance de costes entre el máximo de emisiones que puede tolerar el planeta antes que las consecuencias sean irreversibles y también los costos de equilibrar la emisión ante la demanda de consumo mundial.

Según los estudios que pronostican el costo anual actual que conllevaría esta transición y estabilización de emisiones de gases, es alrededor de 1% del PIB mundial para el 2050. Aunque esto signifique mucho dinero, habrá que tener claro que siempre es más barato prevenir que mitigar un desastre; sobre todo en su esfera social. Para ejemplificar este caso, se calcula que el costo social del carbono rondaría los US$25 a US$30 por tonelada cuando se alcance la estabilización en 450 a 550 ppm, mientras que este mismo costo podría aumentar tres veces más de continuar las actuales tendencias.

Adicionalmente, la apertura de un nuevo mercado de tecnologías y energías alternativas marcaría para el 2050 un nuevo mercado equivalente a US$500.000 millones. Esto evidencia la oportunidad de balancear los intereses económicos con la sostenibilidad ambiental.

Establecimiento de una Política del Cambio Climático.
No obstante, para llevar esta transición de una forma conveniente para todos los sectores, habrá que definir muy claramente el marco de la Política de Cambio Climático. Dicha política deberá de ser armonizada entre los países y empresas en sus partes más generales, pero con la flexibilidad de adecuar los niveles de acoplamiento de la política según sea la emanación de gases de cada quien.

La Política de Cambio Climático deberá además de contar con flexibilidad durante el tiempo a fin de ahondar o aliviar el marco de acción según sean los resultados que se obtengan globalmente. Trabajar por objetivos.

Además, la Política de Cambio Climático deberá de estar fundamentada a corto, mediano y largo plazo. Tener una clara visión de las cosas por lograr en cada etapa. Quien no sabe para donde va, cualquier camino es bueno; por eso según nos vislumbremos en el trayecto así deberemos de definir la revisión del cumplimiento de objetivos.

Tres bases deberán de fundamentar la Política de Cambio Climático para lograr la reducción de emisiones de gases causante del CG:
1. Fijar precios del carbono
2. Invertir en desarrollo de tecnologías alternativas
3. Eliminación de las barreras al cambio de comportamiento

Fijar precios del carbono. Sobre este ámbito es claro que el objetivo es imponer un precio común y fijo al carbono a fin de desincentivar el consumo y que provoque la emigración a energías alternativas. Según la condiciones de cada nación se podría utilizar herramientas como la regulación de comercio, la reglamentación del uso e inclusive la imposición de impuestos.

Dicha fijación de precios deberá estar calibrada y enfocada a facilitar la transición hacia una economía de carbono. Hacer un establecimiento tajante y radical en la fijación del precio del carbono traería consigo muchos enemigos de la iniciativa y a posterior poca voluntad para tratar el tema.

Adicionalmente, la fijación del precio del carbono deberá ser una fijación estable para evitar la especulación. La especulación podría provocar que haya un pico de consumo de carbono y con ello dispare los precios cosa que a posterior sería muy difícil de reducir. La fijación deberá de ser universal, de modo que no hayan “mercados de escape” para el consumo del carbono. Esta premisa, es un alto objetivo que debe ser visionado sobre la perspectiva que el CG es asunto de todos.

Invertir en desarrollo de tecnologías alternativas. El esfuerzo por disminuir de forma progresiva el consumo del carbono debe de venir acompañado de un fuerte despliegue en Investigación & Desarrollo (I&D) sobre energías alternativas. La I&D deberá de ser enfocada a la producción eficiente de energía, consumo eficiente de energía y la generación de fuentes de energía alternativas al carbono. De esta forma se abren tres fuentes que permiten la transición gradual hacia una plataforma que garantice el desarrollo sostenible de una economía no tan dependiente del carbono.

El desarrollo de nuevas tecnologías no es barato, y el éxito de estas del mercado no solo depende de su empleabilidad sino también de su precio. Si bien es cierto la inversión en I&D es alta, su curva de costos en el tiempo es exponencialmente negativa. A razón de más resultados en la investigación una disminución en el precio de consumo de las nuevas tecnologías. Además, las nuevas tecnologías habrá que dotarlas de incentivos para su consumo. Esto facilitará su adopción e incursión en el mercado.

Igualmente, el tema de propiedad intelectual habrá que fortalecerlo a fin que los investigadores encuentren respaldo y garantía en su aporte.

Eliminación de las barreras al cambio de comportamiento. Esta deberá ser el pilar que se esboce con más cautela y amplitud de criterio. Sobre este punto se comprometerá la viabilidad del esfuerzo para disminuir la emanación de los gases que provoquen el CG.

Los principales retos por asumir que presenta este punto estriban principalmente en la carencia de información segura para tomar decisiones al respecto con respecto a lo que ofrece el mercado y la inercia organizacional.

Para suplir estos retos se deberá establecer una reglamentación internacional que provea claridad y certeza como marco de acción internacional.

Asimismo, cada gobierno deberá de establecer su propia política informativa al respecto. Esta política deberá de establecerse no solamente la información sobre causas y consecuencias del CG sino también el establecimiento de buenas prácticas en el uso de la energía y el control de emisiones de carbono. Dicha información deberá de ser acceso universal a fin que el conocimiento sea uniforme y esparcido a sus anchas (el marco de la reglamentación internacional colaborará en este ámbito).

La financiación todo proyecto que incentive la transición a una economía de bajo consumo de carbono y el consumo de energías alternativas es igualmente importante. La financiación permite que organizaciones que desean contribuir al esfuerzo global encuentren un balance entre su salud financiera y su aporte a evitar los efectos del CG.

Los gobiernos deberán de comprometerse en el tema y actuar. Su figura como orquestadores nacionales, es la más idónea para guiar los debates, la educación, la transición e incluso la persuasión. Sus acciones deberán estar adecuadamente articuladas a lo interno como para con el sector privado. Todo esfuerzo a su vez de cada gobierno deberá estar en concordancia con un las medidas internacionales que se definan y se adopten por los organismos competentes.

El Calentamiento Global es un tema de todos, porque nos afecta a todos. La solución a este problema debe estar clara que partirá sobre una base de un grado de responsabilidad compartida según el aporte de emisión de gases que cada quien tenga. Esto debe de interpretarse desde un grado personal hasta internacional. Cada quien puede contribuir y no es un tema para las fábricas y sus chimeneas solamente. Utilizar bienes reciclados o amigables con el ambiente, así como regular el uso del vehículo y el consumo de energía en el hogar son solo dos pequeños ejemplos de lo que a nivel individual se puede lograr. Nada más para imaginar el potencial de este esfuerzo imagina que lo que tú haces lo hace al mismo tiempo la mitad de la población de tu localidad y luego elévalo a nivel nacional y luego a nivel mundial. Realmente es mucho lo que se gana comenzando por uno mismo.

Se nos ofrece una oportunidad de reorganizar el mundo desde lo que hoy conocemos. Una oportunidad de balancear adecuadamente los tres pilares de una sociedad integral: el pilar económico, el pilar social y el pilar ambiental. Lograr esto significa la realidad el desarrollo sostenible y las facilidades para obtener una adecuada distribución de la riqueza. Sin embargo, la claridad del éxito en esta movimiento mundial esta en entender que necesitamos primero de las voluntades de la gente antes que cualquier otra cosa.